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El mayor evento de los últimos años está aquí. Aunque pueda parecer que las elecciones estadounidenses, en las que el actual presidente Donald Trump y el ganador de las elecciones Joe Biden se enfrentaron en una "categoría de peso pesado", se trata sólo de Estados Unidos, no se deje engañar. La política exterior estadounidense, la dirección del comercio internacional y la capacidad de contener la volátil pandemia de coronavirus pueden afectar al resto del mundo. Y esto incluye inevitablemente al sector tecnológico, que lleva mucho tiempo en el punto de mira de los políticos. De hecho, Donald Trump arrojó luz sobre las prácticas comerciales chinas e inundó profundamente las empresas de Huawei, donde había una restricción a la compra de componentes estadounidenses y una prohibición forzosa de la cooperación entre corporaciones occidentales y orientales.

Sin embargo, cabe señalar que, aunque este paso fue una prueba de fuego para Huawei, a la que la compañía sobrevivió con éxito, ayudó a otros gigantes tecnológicos de muchas maneras. Especialmente Samsung, que luchó durante mucho tiempo por clientes y usuarios con el fabricante chino en los mercados asiático y, eventualmente, europeo y americano. Huawei conquistó a la mayoría precisamente por su favorable relación precio/rendimiento y su incomparable innovación, que a menudo superaba con creces los estándares anteriores establecidos por otros fabricantes. Fueron las restricciones estadounidenses las que ayudaron a equilibrar la distribución en el mercado y permitieron a Samsung volver a sentarse a la cabeza de los principales gigantes de los teléfonos inteligentes. Sin embargo, la pregunta sigue siendo cómo las elecciones en curso cambiarán toda la situación. En el caso de Donald Trump, la siguiente dirección sería bastante clara, pero ¿qué pasa con Joe Biden, de mentalidad liberal? Fue él quien habló con relativa cautela sobre China y estuvo lejos de adoptar una postura tan dura como su oponente.

Sin embargo, según la información hasta el momento, parece que nada cambiará mucho y el candidato demócrata mantendrá las restricciones. La distribución actual del mercado probablemente no cambiará mucho, y aunque Biden ha mencionado repetidamente que le gustaría quitarle una parte del pastel al monopolio de las empresas tecnológicas, lo más probable es que Samsung en particular salga ileso de toda la situación. Así, la balanza no se inclinará demasiado, y aunque cabría esperar un planteamiento más turbulento si Donald Trump gana y defiende el mandato, el candidato demócrata es algo más cauteloso, más polémico y se apoya más en mecanismos que ya están en marcha que en introduciendo otros nuevos. De cualquier manera, veremos cómo se desarrolla toda la situación, si Trump cuestionará los resultados electorales o no.

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