Anuncio cerrado

Aunque una filtración de vez en cuando pueda parecer una banalidad, en el caso de corporaciones multinacionales y gigantes tecnológicos puede suponer una sentencia de muerte. Las empresas patentan diversas tecnologías clave que son necesarias para el correcto funcionamiento de la infraestructura interna y externa y, si terminan en las manos equivocadas, la empresa podría sufrir no sólo pérdidas financieras, sino también pérdidas relacionadas con la propiedad intelectual. No es diferente con Samsung, en cuyo caso informace presentado por varios investigadores que trabajan en tecnología OLED. Luego lo vendieron a China y sacaron provecho de ello. Corea del Sur condenó a ambos hombres a penas de prisión por espionaje corporativo y varios millones de dólares en lucro cesante.

Según fuentes anónimas, ambos científicos debían ocupar un puesto más alto en la empresa, y el director de la industria de pantallas, con quien Samsung trabajó en el pasado, también estaría involucrado en el espionaje. Cabe señalar que no se trataba de traer información desactualizada. Según la policía, los dos hombres se apoderaron de la tecnología experimental que Samsung probó en la segunda mitad del año pasado. Tras una investigación exhaustiva, también fueron detenidos varios representantes de la alta dirección, aunque no participaron directamente en el robo de datos, sino que lo observaron silenciosamente y apoyaron el proceso ilegal. En concreto, se trata de la tecnología de impresión por inyección de tinta de pantallas OLED, que es significativamente diferente del método estándar y permitiría producir pantallas 20K hasta un 4% más baratas. Y no es de extrañar que Samsung esté tan ávido de filtraciones similares, porque la compañía ya ha invertido 10 mil millones de wones, o aproximadamente 8.5 millones de dólares, en desarrollo e investigación. Veremos a dónde va toda la situación.

Temas: ,

Lo más leído de hoy

.